sábado, 9 de enero de 2010

Fantasma de la luna llena

Una luz matinal entra por la claraboya, mis parpados se abren lentamente, los sueños de la noche anterior se desvanecen mientras la claridad del cuarto se hace más evidente, más contundente,. Es extraño, casi onírico despertar de día. Estas frente a un espejo oval que te refleja completa, como si la belleza se pudiera duplicar, dos sueños hechos uno solo. Una bata blanca de seda te cubre, cruzas los brazos mientras me acerco por detrás, te tomo de las manos, desarmándote, y te ceño a mi, busco tu cuello, me lo ofreces tiernamente, lo beso, cierras los ojos y te entregas al dolor de la pasión. Mis manos recorren todos los caminos hechos anoche, tu piel me recuerda a la luna, a la palidez de la muerte, siempre bella, siempre ajena. Pero tu piel arde, la luz nocturna hoy me calienta, me embriago con tu sudor y con el agitado ritmo de tu respiración, te aferras a mi brazo y lo muerdes, entonces, lo inevitable, dos colmillos indoloros penetran tu yugular, una gota de sangre se desliza, una mancha de sangre sobre la nieve. Un gemido leve se escapa de tu boca, entonces te volteas y la bata se arrodilla a tus pies, saltas sobre mi, te penetro con dificultad, te estremeces con frenesí sobre mi con todo tu peso y deseo, soy tuyo y es inevitable, aprieto tus senos y bruscamente te hago girar, ahora estoy encima de ti, me rasguñas la espalda, es un baile de caderas estremeciéndose por el olor de la sangre que tanto me excita, tus piernas se vuelven mi cinturón, trato de volver a succionar tu cuello, tu te limitas a lamer mi oreja, y me susurras con el aliento entrecortado –los muertos no somos un buen alimento-.

Despierto, aún es de noche, yaces a mi lado, estas desnuda, me acerco para escuchar tu corazón que antaño se desbocaba, hoy sólo hay silencio. Salgo por la ventana, vuelvo a mi refugio, una cueva profunda y oscura que me protege del día y desde hoy me recordara tu pecho, mientras voy maldiciendo la hora en que me enamore de mi alimento.

3 comentarios:

Jeimmy dijo...

Llueves



El sonido de aquellas gotas sobre el ancho pavimento

Hacen brotar lágrimas ausentes de mis tibios ojos

Lágrimas azules, pero también verdes

Lágrimas que musitan recuerdos cálidos de un amor extraño

Amor absurdo, amor llano;

Amor enceguecido por la desgracia

Amor limpio, amor claro

Candente de dulces besos e incredulo



...Irrumpe en mi soliloquio

Como ráfaga inerte, tu recuerdo

Jeimmy dijo...

S.O.S



Te escribo este SOS animal, personal y transparente, subido al borde de la desesperación, a punto de perder la blusa, el equilibrio, la ilusión, el rumbo, y las ganas de llevar hasta la orilla de tus ojos el desembarco de suaves poemas verde esperanza que no solo surcan el mar de mi cabeza, sino que corren, vuelan y se largan de juerga tirándose desnudos por el tobogán de mi lengua. Te escribo harta de soportar las verdades a gotas, el bloqueo salvaje al que son sometidos todos aquellos que intentan nadar contra la corriente del desamor, calada hasta los huesos por la lluvia ácida de sapos gigantes, bolas de nieve sucia y manadas de idioteces que caen día tras día desde el cielo plomizo de nuestra sociedad absurda. Te escribo porque tu y solo tu, eres el único cabo de esperanza al que se puede agarrar la cordura de esta pirata con mala pata, barco hundido, garfio oxidado, sable de fresa, velas apagadas, cañones empeñados, tripulación en paro, pólvora mojada y fama de calavera, que desea si tu te atreves, el tiempo lo permite y la autoridad no se entera, compartir nuestra presencia por la corta temporada que nos queda. Si aceptas, juro sobre la tabla de surf perdida del dios Neptuno, lanzarme de cabeza a tu casa cada vez que lo necesites, llevarte de vacaciones a la isla del tesoro y ser tu persona favorita e incondicional cuando así lo quieras

Anónimo dijo...

Ay mi George... No he podido cumplir lo que me dijiste. Sin ti es muy difícil... Te extraño sobremanera... mas de lo que quisiera.